Un volumen excesivo de deberes puede amargar la vida familiar.
Los niños aprenden a través del asombro.
El movimiento se desarrolla, no se estimula. Y lo que asombra es la realidad. La realidad se descubre, no se inculca ni se construye.
Es el niño que se ha de poner en marcha a través del juego, no el juego a través del niño.
Los niños lo que quieren es disponibilidad. Es bueno que dejemos de tener como meta «hacer cosas con ellos» y que aprendamos a «descansar con ellos».
La expresión «escuela tradicional» es un cajón de sastre. No se trata de tirar todo por la borda, sino de discernir lo que tiene valor y lo que no.
Si el niño no es protagonista de su educación, no tiene interioridad o deseo de conocer, no puede vivir una existencia verdaderamente personal.
Son algunas de las perlas de la entrevista a Catherine L’Ecuyer, investigadora canadiense afincada en Barcelona y autora de los libros ‘Educar en el asombro’ y ‘Educar en la realidad’. Os dejo la entrevista completa , no tiene desperdicio: